5 ene 2015

Abolición de los tribunales de la Inquisición

En estos días de enero se cumplirán 202 años de que las cortes de Cádiz suprimieran los tribunales de la Inquisición en los territorios americanos bajo dominio español y en la propía España, en un intento liberalizador impulsado por los nuevos vientos de la Revolución Francesa.
Pocos años después, cuando Napoleón abandona la península y Fernando VII recupera su poder, son restituidos pero carecen de fuerza en América, tal como lo prueba, por ejemplo, un decreto de la Asamblea del Año XIII, que decía:
“Queda desde este día absolutamente extinguida la autoridad del tribunal de la inquisición en todos los pueblos del territorio de las Provincias Unidas del Río de la Plata, y por consiguiente se declara devuelta á los ordinarios eclesiásticos su primitiva facultad de velar sobre la pureza de la creencia, por los medios canónicos que únicamente puede conforme al espíritu de Jesu Cristo, guardando el órden y respetando el derecho de los ciudadanos”
Con el término Inquisición se hace referencia a diversas instituciones creadas con el fin de suprimir la herejía – doctrina mantenida en oposición al dogma de cualquier iglesia –, dentro del seno de la Iglesia Católica.
Es evidente que el sentido profundo de una organización de este tipo y sus métodos repugnan a los más elementales principios de la francmasonería y constituyen el ejemplo de lo que el hombre no debe propiciar ni realizar.
Hoy todavía se mantiene una oficina con fines similares, aunque distintos métodos, denominada Congregación para la Doctrina de la Fe, que tuvo entre sus máximos directivos al ex pontífice Benedicto XVI, el cardenal Joseph Ratzinger.